Colecho y lactancia materna
¿Alguna vez has pensado que colecho y lactancia materna están más relacionados de lo que parece? En el post de hoy te contamos la realidad del colecho como favorecedor a la lactancia materna.
¿Qué es el colecho?
Vamos a empezar la casa por el sitio adecuado explicando a qué nos referimos con la palabra colechar.
Hablamos de colecho al acto de dormir los padres o la madre con el bebé, ya sea en la misma cama, en una cuna de colecho (o sidecar), un nido o algún lugar destinado a ello.
No todas las familias se plantean dormir en la misma cama que sus hijos. Sin embargo, para muchas de ellas es una gran solución de la que, además, acaban disfrutando inmensamente .
Colecho y lactancia materna: ¿cómo puede beneficiarte?
Aquí vamos a tratar diversos puntos, para poder entender de verdad por qué es beneficiosa esta práctica de crianza.
- Cuando mamá y bebé duermen juntos, la primera gran ventaja es el tiempo de respuesta de la madre a la demanda del bebé. Como ya os contamos, el llanto del bebé es una señal tardía de hambre, así que cuanto más cerca esté, antes se enterara de los momentos previos y mejorará la lactancia, la producción de leche y disminuirá el llanto del bebé.
- El descanso de la madre. La demanda del bebé, sobre todo los primeros meses, puede resultar agotadora. Además, muchos bebés se quedan dormidos al pecho y muchas mujeres también se quedan dormidas cuando amamantan a sus hijos. Por ello, la madre encuentra mayor descanso si practica colecho, además de que hay mayor seguridad por tener controladas las condiciones del mismo.
- Los bebés se despiertan más veces para mamar y las tomas son más largas. Esto favorece de nuevo a la demanda, la producción de leche y el peso del bebé.
- La lactancia materna es un factor de prevención del SML, sin embargo hay algunos estudios que dicen lo contrario del colecho en según qué condiciones. Se debe practicar de manera segura. Aquí os dejamos algo más de información sobre el tema.
- El contacto madre e hijo, el piel con piel, la respiración, el olor y la simple presencia, darán al bebé una sensación de confianza mayor y, por tanto, un mejor descanso.
- El olor del bebé es un factor que influye en la producción de oxitocina en la madre, hormona íntimamente relacionada con la lactancia materna.
- El dormir cerca de la madre mejora la regulación térmica del niño.
- Se ha relacionado el colecho con lactancias más largas y exitosas.
Colecho: si lo practicas, que sea seguro.
Sin embargo, la práctica de colecho debe estar realizada bajo una serie de pautas de seguridad que no debemos olvidar. A continuación te dejamos las más importantes (muchas de ellas también deben seguirse si el bebé duerme en su cuna):
- La madre no debe ser fumadora ni el padre si comparten cama con el niño.
- No colechar si los padres han consumido alcohol o drogas e incluso algunos tipos de medicación.
- Tampoco es conveniente si alguno de los padres tiene obesidad.
- No fumar nunca en la habitación donde va a dormir el bebé.
- El colchón debe ser plano y firme.
- Evitar el uso de mantas pesadas, almohadones, peluches o cojines que puedan caer encima del bebé.
- Evitar que quede ningún espacio donde el bebé pueda quedar atrapado y asfixiarse.
- Que no quede ningún lugar por el que el bebé pueda caer al suelo.
- Evitar arroparles en exceso.
- Evitar colechar si se está muy cansado.
- Poner al bebé a dormir boca arriba con la cabeza hacia un lado.
- NO dormir en sofás.
Colecho y lactancia materna: compatibles, beneficiosos y atentos a las necesidades del bebé.
Como ya hemos visto, no solo son compatibles, sino que un colecho seguro beneficia al mantenimiento de una lactancia materna satisfactoria.
Durante muchos años el ser humano a compartido cama con su familia, siendo la práctica más natural, lógica y cercana que existe para dormir. En la cultura oriental se mantiene el colecho familiar como lo natural, aunque en la cultura occidental poco a poco lo hemos perdido.
El colecho forma parte de una crianza con apego, aportando seguridad al niño, confianza y respeto mientras se comparte cama con él. En la sociedad actual, se fuerza a los padres a separase pronto de los niños, “independizarlos” o enseñarles a dormir en su propia cama/cuna, pero esto se debe al tinte adultocentrista que tenemos, no a los beneficios de ello.
Además, se ha demostrado un mejor descanso, tranquilidad y ritmo del sueño en niños que han practicado colecho con sus padres desde el nacimiento. Si sumamos esto al mejor descanso de los padres, el colecho se convierte en una de las mejores opciones en los primeros (y agotadores) años de vida de los niños.
¿Cuándo es el momento de dejar de colechar?
Esta pregunta solo tiene una respuesta: cuando el bebé y los padres quieran.
Sin duda no hay edad máxima para dormir en la misma cama, cada familia y cada niño es un mundo. En el momento en el que alguno de los padres no esté cómodo con la situación, se puede negociar en familia una solución. Si no, como siempre, es mejor que el niño esté preparado y de muestras de que quiere dormir en su propia cama.
Recordamos que la práctica de colecho no trae ninguna consecuencia negativa para el niño, sino todo lo contrario.
Y vosotros, ¿habéis practicado colecho con vuestros hijos? ¿Cuánto ha durado esta etapa?
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