Crisis de lactancia
Si os habéis informado un poquito sobre lactancia materna, o si tenéis alguna amiga que ha dado el pecho, seguro que os suena el término bache o crisis de lactancia.
En el post de hoy os vamos a hablar de las principales crisis de lactancia o de crecimiento que podemos experimentar con nuestros bebés, algunos de ellos exclusivos de la lactancia materna y otros esperables en todos los bebés, tomen leche materna o no.
Pero antes de empezar…
¿Qué es un bache o una crisis de lactancia?
Bien, pues los baches o las crisis de lactancia no son más que momentos puntuales en los que el bebé cambia su manera o su intensidad en la demanda. En el grupo de apoyo a la lactancia solemos decir que las crisis de lactancia no son de los bebés, son de las madres, porque somos nosotras las que nos preocupamos por estas situaciones. Para los bebés son tan solo una parte más de su desarrollo.
Estas crisis que os vamos a describir a continuación, son las principales crisis de lactancia, porque suelen coincidir en la mayoría de bebés, y están relacionados con hitos del crecimiento del bebé.
Cabe destacar que no tienes porque haber pasado obligatoriamente por todos estos baches, es posible que algunos de ellos pasen desapercibidos o no les des importancia.
Crisis de los 15-17 días.
Esta es la primera crisis de lactancia notable, y es quizás por ello una de las más impactantes para las madres. Cuando parece que por fin te estás acostumbrando al ritmo de la maternidad y parece que te estás recuperando del parto, tu bebé empiezan a demandar de manera brutal y esto asusta a las madres, porque piensan que su leche no es suficiente.
Es tan sólo una necesidad de aumento en la producción de la leche, que los bebés regulan con una mayor demanda durante un par de días o tres. Una vez que el pecho se haya adaptado a esta nueva demanda, esta fase pasará.

Crisis de las 6-7 semanas.
Hacia las 6 a 7 semanas, la leche materna pasa a tener un sabor más salado, debido a que cambia la composición de la leche para adecuarse a las necesidades del bebé.
La notamos porque de repente el bebé parece que se enfada cuando está al pecho y parece que lo rechace.
Crisis de los 3 meses. La gran crisis de lactancia.
Alrededor de los 3 meses es muy probable que pases por la mayor crisis de lactancia, y una de las más duras para las madres.
Después de 3 meses en los que parecía que ya le habías cogido el truco a esto de la lactancia, tu bebé se comporta de manera inesperada.
Se engancha al pecho, y enseguida se suelta, llorando y desesperado. Lo vuelves a poner al pecho y pasa lo mismo. Es como si de repente no tuvieras leche, porque además empiezas a notar los pechos blandos.
Casi todas las madres que han dado lactancia materna más allá de estos 3 primeros meses reconocen esta crisis y en muchas ocasiones ha supuesto el fin de una lactancia. La falta de información y la excesiva presión que podemos sufrir las madres en forma de comentarios no solicitados y totalmente erróneos nos llevan a pensar que nuestro pecho ya no vale.
Lo que ocurre es que hasta ahora la producción de la leche era continua, algo que notarías porque los pechos se solían llenar mucho entre tomas, y si te descuidabas chorreabas leche.
Pero es algo insostenible para el cuerpo, y cuando el bebé ha crecido lo suficiente, el cuerpo pasa a producir la leche a demanda.
Esto supone que el bebé tiene que estimular el pecho durante un par de minutos antes de que salga leche del mismo, que era algo a lo que no estaban acostumbrados. Ellos se enganchaban al pecho y la leche salía de inmediato, y cuando esto deja de ocurrir, se enfadan.
Por ello lo más importante a recordar, especialmente en esta crisis en particular, es que es una fase más de la evolución de la lactancia de tu bebé, y que si mantienes la lactancia a demanda, acabará pasando sin llevarse por delante vuestra lactancia.

Crisis de lactancia del año.
Cuando por fin parece que lo tenemos todo dominado, que la lactancia es nuestra amiga… horror! Otra crisis?!?
Hacia el año de edad, el crecimiento de los bebés empieza a ralentizarse y la ingesta calórica que necesitan es menor. Es por ello que muchos bebés dejan de mostrar interés por los alimentos o comen poco, y en muchas ocasiones empiezan a tomar más teta.
Especialmente ésta es una crisis de los padres, que no solemos entender el porqué de esta situación, que a mucha gente le puede parecer una especia de regresión. Es completamente normal y hacia los 15-18 meses volverá a comer igual que lo hacía.
Crisis de lactancia de los dos años.
¿Pero todavía hay más crisis?
No os agobieis, está es la última gran crisis, prometido.
Ahora. Es la última GRAN crisis.
De repente nos encontramos con un bebé de dos años, que tiene la demanda de un recién nacido, pidiendo constantemente el pecho, de manera muy insistente y que se enfada muchísimo si se lo negamos o pedimos postponer la toma.
Esta última gran crisis puede ser muy abrumadora, ya que no solo tenemos que lidiar con un bebé mayor que ya tiene las herramientas para exigir el pecho de manera muy escandalosa, sino que la sociedad no suele estar acostumbrada a ver niños “tan mayores” tomando teta y la presión social puede ser importante.
Esta etapa está directamente ligada al momento evolutivo que están viviendo, donde pasan por un etapa centrada en la negación y la autoafirmación, que les hace necesitar aún más apego para calmar esta montaña rusa de sentimientos que viven.
Otras crisis.
Aparte de estas crisis de lactancia, que son habituales y suelen estar ligadas a importantes hitos del desarrollo, existan otras crisis comunes a la mayoría de niños, pero no están directamente relacionadas con la lactancia materna y su producción.
A los 4 meses es posible que veamos aumentados los despertares nocturnos, y por tanto las tomas nocturnas, ya que hacia esta edad empiezan a adquirir el sueño ligero. Como os hemos adelantado, esta crisis no tiene que ver con la necesidad del bebé de regular la producción de leche, sino con un proceso evolutivo.
Hacia los 8 meses sufrirán la conocida angustia por separación. A esta edad empiezan a descubrir que ellos y mamá no son un ser único, que ella se puede ir, y por tanto cuando la pierden de vista temen que no vaya a volver. Estar con la teta en la boca todo el tiempo, es para ellos una manera de asegurarse que no los vamos a dejar solos.
Como habéis visto, todas estas crisis se producen por situaciones normales y esperables en el desarrollo de un bebé y una lactancia materna. No se han de solucionar, tan solo hay que esperar a que pasen. Conocer de su existencia, estar informadas, nos permite tomarnos estos momentos con la calma y la tranquilidad que aportan el estar informado y saber lo que está ocurriendo.
Sin comentarios