Verano y lactancia materna: ¿le doy agua a mi bebé?
En el post de hoy os traemos el tema que más se pregunta relacionando verano y lactancia materna. ¿Si mi bebé tiene menos de 6 meses… ¿Hay que darle agua? ¿Como evitar que se deshidrate?
Os dejamos con un dossier informativo con algunos datos que nos han llegado desde Medela para poder resolver todas estas dudas.
La leche materna está compuesta por un 88% de agua
Lo primero será conocer este dato, para saber que la hidratación de nuestro bebé será la correcta siempre y cuando la lactancia sea A DEMANDA. Recordamos este post en el que te contábamos otro de los motivos por el que debe serlo.
Barcelona,21 de junio de 2019. La leche materna es, sin duda, el mejor alimento infantil que existe y es una adecuada alimentación durante los primeros 1.000 días del bebé. Además, las proteínas y nutrientes que la leche contiene en las distintas etapas de la lactancia, no solo proporcionan los pilares de la salud de una persona a lo largo de su vida, sino que el impacto de esta buena nutrición puede trascender a generaciones futuras.
Se recomienda hacer las tomas en lugares frescos y secos, siendo esto lo mejor para ellos en cualquier momento (a parte de lactando). Los bebés menores de 6 meses no deben ser expuestos al sol en ningún caso.
En casa trataremos de tener una temperatura óptima, con las ventanas cerradas y las persianas bajadas para evitar el calor directo y nunca exponer al bebé al flujo de aire acondicionado.
¿Cómo alimentar al bebé en verano?
La recomendación es casi la misma que para el resto del año, pero haciendo mucho hincapié en la DEMANDA. En cuanto el bebé se queje, lo primero que habrá que ofrecerle será el pecho. Así, nos aseguramos que está alimentado e hidratado, pues no solo es comida sino también el líquido lo que reclama.
Eliminar horarios estrictos. Las tomas a demanda se hacen más imprescindibles, si cabe, en verano, ya que durante estos meses el bebé pierde mayor cantidad de sales minerales a través del sudor, pudiendo deshidratarse con mayor facilidad.
Debemos recordar que el llanto es una señal tardía de hambre o sed, así que estaremos atentas a otras señales como sacar la lengua, llevarse los puñitos a la boca, inquietud…
Medela nos deja estos posts sobre la extracción de leche materna y su posterior congelado para facilitar que el bebé siga tomando leche materna en caso de no poder hacerlo directamente de la madre. Os dejamos también este y este en el que hablamos nosotras sobre ello en el blog.
Sobre todo, tened en cuenta a la hora de la conservación de la leche que la temperatura ambiente puede ser muy diferente a la que se recomienda el resto del año para conservarla. Es importante que sigamos unas ciertas medidas de precaución.
A pesar de lo que se cree, el piel con piel durante la toma regula la temperatura corporal. Y tener al bebé cerca favorece la generación de oxitocina, (facilitando la lactancia materna), por lo que los métodos de porteo ergonómicos para verano también serían recomendables.
El cuidado de la madre. Verano y lactancia materna.
Igual que los bebés pueden deshidratarse, los adultos también. No olvides beber agua a menudo y mantener una correcta ingesta de líquidos.
Sin embargo, olvida los falsos mitos de que si no bebes agua no tendrás suficiente leche, por ejemplo. La buena hidratación de la madre es por la salud de la misma, además de evitar así posibles desvanecimientos con el bebé en brazos y situaciones de peligro para ambos.
Olvida también los mitos que impiden bañarse en la playa o piscina si estás lactando o que debes limpiarte con agua dulce y jabón el pecho antes de cada toma. Ni mucho menos.
Lo bueno del verano y lactancia materna es que tendrás el alimento y el liquido para cuidar de tu bebé siempre, en cada circunstancia, justo en ti.
Viajar en verano y lactancia materna.
Si estáis planeando las vacaciones para los meses de más calor del año, tened en cuenta que durante el viaje debéis parar a menudo para amamantar al bebé. Como ya hemos dicho, la demanda es muy importante y estar atentos a las señales será primordial.
Para ello, tened en cuenta a la hora de viajar que las paradas se harán más necesarias que nunca. Salid sin prisas para evitar estrés y para poder ir al ritmo que nos marcan los bebés. Somos nosotros los adultos y los que tenemos que adaptar nuestra vida y circunstancias a ellos, que solo buscan apego, cariño y alimento por nuestra parte.
Si viajas en avión con el bebé, recuerda que es aconsejable darle el pecho durante el despegue ya que eso favorece a que no le duelan los oídos a causa de la presión y, además, les relaja.
Sobre todo, disfruta.
Sí, disfruta de esta época. Y disfruta de estar viviéndola amamantando a tu hijo.
A veces nos creamos necesidades absurdas, presiones externas o internas, nervios, estrés… Y todo es mucho más sencillo de lo que parece.
Trata de vivir esta época del año como un momento bonito, de descanso, de familia y de lactancia materna. Disfruta de las tomas en la playa, en la montaña, de viaje, en la piscina, en casa. Piensa que cada una de ellas es un momento de vida que le estás regalando a tu bebé.
Sigue tu instinto y mantente informada sobre las pautas de seguridad en cada caso. Todo lo demás, sobra. Tu leche y tu pecho son el mejor lugar donde puede estar tu hijo, en cualquier época del año.
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